Para los que van a pescar
Trabajaba como un burro, toda la semana... lo único que lo hacía feliz era
saber que los sábados eran suyos...
Como todos esos días, se levantó muy temprano, se puso la ropa
correspondiente y, tratando de no hacer ruido para no despertar a su
esposa, salió del dormitorio, bajó las escaleras, para luego tomar un
desayuno rápido, subió a su coche y se dirigió al embarcadero encendió la
radio en el justo momento en que daban el parte
meteorológico: "Tormentas eléctricas y lluvias durante toda la mañana".
Una mueca de fastidio llenó su ilusionada cara y luego de pensarlo unos
instantes, giró el vehículo y regresó a su casa. Guardó el coche en el
garaje, subió al dormitorio, se quitó la ropa, tratando de no
hacer ruido, para luego deslizarse entre las sábanas hasta quedar pegado la
espalda de su esposa y susurrarle muy dulcemente, "amor, hay una tormenta
terrible"....
Y ella con la voz más sensual, le respondió:
Y el payaso de mi marido, pescando...."