Primer problema: cuando decidí presentarme a Patrón de Yate, fui a la academia con la que había hecho el curso de PER en presencial para matricularme en un curso a distancia. Me asignaron un profesor que tiene publicados algunos libros, y que decidí dejar tras comprobar que su libro de problemas de navegación estaba plagado de errores, algunos de ellos de bulto. ¡Ojo con algunos ilustrados que saben mucho menos de lo que aparentan!
Segundo problema: solicité que me gestionaran la matrícula del examen, poniendo en el formulario de la DGMM la convocatoria y la ciudad-Madrid-. Cuando llegó la fecha del examen, y aunque no estaba en la lista de admitidos -me dijeron que no me preocupara que pasaba con frecuencia y que si tenía el resguardo estaba arreglado- me presenté al examen. Lo divertido vino cuando salieron las notas y tampoco me encontré en la lista. Llamé a la academia para preguntarles y quedaron en hacer las indagaciones precisas. Al día siguiente me llamaron para decirme que, lamentablemente, habían cometido un error presentando mi solicitud antes de que abrieran el plazo de matricula para la convocatoria de Madrid, que yo había solicitado, y como resultado había sido matriculado para la convocatoria inmediatamente aterior en Zaragoza. Para más inri, me dijeron que habían estado contactando con todo el personal de titulaciones recreativas de la DGMM y la conclusión era que no se podía subsanar el error ya que el expediente de la convocatoria de Zaragoza estaba cerrado y firmado y constaba como no presentado.
Me ofrecieron como compesación el tramitar todo de nuevo a su costa incluyendo mil perdones.
Cogí ese mismo día, les retiré toda la documentación que tenían y solicité la devolución de las tasas y los gastos de gestión, cosa que hicieron de inmediato. Al día siguiente me presenté a las 8:30 de la mañana en la DGMM y, tras comentar la jugada durante una hora y media con dos funcionarios, comprobaron las notas del examen de Madrid, vieron que me había presentado y que tenía las asignaturas aprobadas y corrigieron la cadena de errores.
Si hubiera dado por buenas la excusas de la academia, a lo peor estaría todavía presentándome a exámenes.
Nunca te puedes fiar de nadie, y menos de las academias que suelen ser pymes con pocos recursos, no excesivo conocimiento aunque, a veces, buena voluntad.
Como puedes comprobar, Rok, no eres el único.