La acción de la caña de pesca se puede resumir en el grado de elasticidad o rigidez de la caña, es decir, cuanto y por donde se dobla por la fuerza a la que la sometamos.
Acción de punta o rápida: son cañas potentes y duras. Estas requieren de una técnica depurada y un gran esfuerzo físico para su lanzamiento, de no ser así no le sacarás ningún partido. Sus punteros, como es lógico, son muy poco sensibles por lo que resulta más difícil detectar picadas pequeñas o medias. Con estas cañas se consiguen las mayores distancias de lances. Trabaja el tramo superior de la caña.
Acción semiparabólica o de acción media: Cañas menos potentes y duras que las anteriores. Al ser su puntero menos rígido se detectan mejor las picadas aunque se consiguen menos distancias, aún así se consiguen buenos lances, y no requieren de tanto esfuerzo como las anteriores.
Acción parabólica o de acción lenta: Cañas muy cómodas y con gran elasticidad, lo que conlleva menos distancia que con las anteriores y una gran capacidad de detección de picada. Con este tipo de cañas sentirás todo los tirones del pez mientras lo sacas. Son capaces de flexionar mucho en el lance, doblando su blanck casi totalmente.
Acción de repartición: cañas de gran potencia y robustez. Se mezclan en este tipo de caña lo mejor de las anteriores. Permiten lanzamientos muy largos y detectan muy bien las picadas. Estas cañas precisan de una técnica muy depurada, de lo contrario el rendimiento no pasa de ser mediocre.
Potencia:es el rango de pesos que puede lanzar la caña y nada tiene que ver con la acción, aunque es habitual mezclar ambos términos.
Una potencia de 100/200 gramos significa que para un rendimiento óptimo el peso del plomo más el cebo debe estar comprendido entre esos parámetros. Hay una teoría extendida entre los lanzadores que dice que el peso máximo se divide por 2 y se le suma un 25% del resultado, y éste sería el peso ideal, así para una potencia de 100/200 el peso idoneo serían 125g.
Un saludo.