Un individuo está trabajando toda su vida para comprarse un seiscientos de segunda mano.
El día que se lo dan llega a casa diciendo:
- Ya lo tenemos María, lo tengo abajo aparcado- salen los dos al balcón y dice - míralo María es el blanco.
Y mientras lo están mirando un individuo les está abriendo la puerta.
- Que nos lo roban María, que nos lo roban
Entran para adentro agarran el armario de la habitación entre los dos, lo sacan al balcón y se lo tiran al tío encima. Lo matan.
Se celebra el juicio y el hombre es condenado a muerte.
Sube al cielo y lo recibe San Pedro:
- Dios os guarde,
- Dios os guarde, también, usted dirá
- Mire Pedro yo estuve trabajando toda mi vida como un
desgraciado para poder comprarme un seiscientos de segunda mano y el día que lo estaba viendo con mi mujer, un sinvergüenza me lo estaba robando, no pude por menos de coger un armario y tirárselo a la cabeza.
- ¡Caray! No te preocupes hijo pasa para adentro.
Al rato, otro que sube para el cielo, lo recibe San Pedro,
- Dios os guarde,
- Dios os guarde también, usted dirá
- Mire Pedro yo estuve trabajando toda la noche y al día siguiente, cuando salí, salí tan cansado que en vez de abrir mi coche, me equivoqué y estaba abriendo otro coche cuando me tiraron un armario en la cabeza
- ¡Caray! Hijo pasa, pasa.
Al rato otro que sube para arriba,
- Dios os guarde
- Dios os guarde, usted dirá
- Mire Pedro, yo me entendía con una casada, ¿sabe?, estábamos los dos en la cama y llamaron a la puerta, y ella me dijo ¡mi marido, métete en el armario! Y ya no recuerdo nada más..