Mi querido Pattroncito, emulando a la Bounty, pordrías hacer el motin de la Menchu love boat machine, agarrar el timón con mano firme, pasar por la quilla a tu segundo, fondear las muestras junto con los carretes eléctricos en el fondo del océano y ponerte a pescar pargos que es lo tuyo, imagínate plácidamente sentado en la popa con un malta entre las manos al tiempo que gozas de la paz de una soleada tarde de primavera con el arrullo del mar y el canto de las gaviotas, libre ya de la presión de tu segundo que mientras tanto debera permanecer maniatado, amordazado en la sentina, empapado, arañado y reflexionando sobre su mal comportamiento, haciendo acto de conciencia y propósito de la enmienda para que en un futuro su comportamiento lejos de menoscabar la paz, la estabilidad y el sosiego de su patrón, sea un comportamiento ejemplar, generoso y modélico.
Amén