Un General de la Legión Extranjera decide hacer una visita de control a un campamento de Legionarios emplazado en medio del desierto. Al rato de llegar, el Capitán del campamento le explica como está todo por allí y lo acompaña en una inspección.
- Muy bien Capitán, vayamos inspeccionando el fuerte, y luego búsqueme un alojamiento porque pienso quedarme unos meses.
El Capitán lo acompaña y le va explicando durante la inspección:
- Esta es la cocina, esa es la puerta de la sala de reuniones...
- Muy bien, muy bien - va diciendo el General.
- Y esta es la puerta de la sala de recreo...
El General va abriendo y comprobando todo, y siguen por el pasillo, observando que el Capitán se salta una de las puertas.
- Sólo por curiosidad Capitán, esa puerta que nos hemos saltado, ¿qué es?
- Verá mi General... en esta puerta tenemos a la camella... como usted comprenderá, somos 150 legionarios... nos pasamos meses enteros en completa soledad... y para mantener la moral de la tropa alta, me pareció bien permitirlo...
- Está bien Capitán, si eso mantiene la moral de la tropa alta...
Pasa un mes y el General comienza a sentir la abstinencia del sexo y decide ir al Capitán a confesárselo.
- Mire... ya llevo un mes aquí... yo también soy un hombre... ¿podría hacer uso de la camella?
- Por supuesto mi General, le comprendo perfectamente, aquí tiene la llave.
El General se va donde la camella y, a los 20 minutos, sale de la habitación subiéndose la bragueta. El Capitán que lo ve y le dice:
- ¡¿Pero cómo, mi General?! ¿¿¿Sólo 20 minutos???
- ¿Cómo que solo 20 minutos? ¿Pues cuanto tarda un soldado raso?
- Hombre no sé, pero el pueblo más cercano está a una hora de camino, así que una hora para ir y otra para volver...