Aunque con un día de retraso muchas felicidades Bruno, que cumplas muchos más y que todos lo veamos.
Ayer me quité el mono de pesca en Rota, por la mañana nos metimos dentro de una tormenta que nos puso los cataplines de corbata.
Cuando salimos de puerto estaba todo de lujo, sol, brisa suave, oleaje aceptable y el barco cargado de pulpitos para tentar lo que los lugareños llaman serruchos. Buscamos los 40-45 metros de sonda y largamos las cañas. En menos de 15 minutos picada múltiple en 4 cañas, uno se suelta y tres a la bañera. Esto promete. Damos la vuelta para dar otra pasada y nos vemos el cielo más negro que el sobaco de un grillo, comienza el viento a dar señales de vida y nos cae una tromba de agua como hacía tiempo que no veía. En unos minutos truenos, rayos y centellas. Intentamos salir de allí por "piernas" pero donde fuéramos parecía seguirnos la tormenta. Cientos de relámpagos a nuestro alrededor nos hicieron quitar todas las cañas y rezar todo lo que aprendimos de pequeño cuando éramos monaguillos. Tardamos cerca de dos horas en poder salir de ese infierno y nos refugiamos en la bahía.
Una vez que pasó todo (ha salido en los telediarios que hubo graves inundaciones en Rota) se quedó todo como al principio. Sobre las cuatro de la tarde decidimos probar de nuevo y fuimos al sitio mañanero, nada más llegar empiezan otra vez las picadas múltiples (la última picada fue a las siete menos cuarto, ya casi de noche).
En total 25 serruchos (parecidos a los listados pero un poco más alargados y con dientes, muchos dientes. Las listas en el lomo y no en el vientre y le cruzaban otras más gruesas como las del rojo que le hacían como una especie de cuadros.
Se perdieron algunas muestras cortadas por el hilo de los bocaos que pegaban los joíos.
En definitiva, una tarde para no olvidar.
Ya os pondré alguna foto