Alguna vez ya lo he contado pero creo que viene al pelo al hilo del post.
Hace años, pescando una noche con cebo vivo en el muelle de Arrecife, estabamos 2 amigos y yo, llevabamos una noche espectacular, 2 buenas vicudas, 2 sierras y una anjova entrada en kilos, como compañeros que eramos ( y somos ) teniamos todo el pescado junto, metido en un canasto del estilo que usan los vendimiadores para la uva, pues bien, en una de estas, enganchamos dos buenas sierras a la vez, al vivo solemos pescar con hilo muy fino (0,28 o 0,30 maximo) y claro, dos piezas entradas en kilos y encima de noche, dan bastante guerra, que si cuidado que liamos, que si ojo con las piedras, tira tu para aqui, ahora para alla, etc etc ...
En eso andabamos cuando sentimos un coche acercarse, era bastante comun que la gente se acercara por alli a ver a los pescadores (ahora ya no dejan entrar coches) asi que ni nos extrañamos, aunque yo si me escame algo cuando oi como el coche se marchaba sin que hubiesemos sacado las piezas, normalmente la gente cuando ve una caña doblada, aunque no tengan ni idea, se quedan "a ver que saca" pero aquellos se marcharon en seguida, como bastante teniamos con lo nuestro, ni caso les hicimos, hasta que sacamos las dos sierras, y fui a colocarlar al canasto.
-Oye, donde has dejado el pescado?
-ahí
-Ahí si, pero ...¿donde?
-Ahi al lado del coche...
-esto ...que aqui no hay nada
-¿coooooooomo que no hay nada?
Pues eso, nada de nada, se bajaron del coche, se encontraron el pescado preparadito en su canasto y solo tuvieron que subirlo al coche y darse la media vuelta.
Si esas cosas le suceden a unos miserables pescadores...no me extraña nada lo que les ha sucedido a los de la piscifactoria, la verdad.