Hola y un saludo.
Bueno, amigos os cuento una anécdota que me pasó el pasado fin de semana.
Como suele ser costumbre, salí de pesca con todos mis ánimos y mi equipo de pesca decidido a pillar una buena captura,(llámese Doradas, Mabras ,Lubinas etc. etc.).
Siempre acostumbro a llevar mis carretes limpios, bien llenos, las cañas impecables, en otras palabras soy un maniático en el cuidado de mi equipo de pesca.
La cuestión es que me puse a pescar, y a mi lado se posiciono otro pescador, para mas datos diré que deberia tener sobre los 75 u 80 años, con una caña que tená mas alambres y cinta adhesiva que otra cosa, acompañada por un viejo segarra oxidado, lleno de un hilo que debería tener un calibre del 0'60 y lleno de memoria oséase, un Kaos para mi forma de ser.
La noche, estaba apunto de comenzar, la mar en calma, presagiaba una buena noche.
Mi lanzamiento no fué muy lejano en comparación con los lanzadores que hay por estos lares, pero os puedo asegurar que los 130 m. seguro que los superé, aunque tengo por costumbre lanzar una caña a lo lejos y la otra algo mas cercana.
Mi peculiar acompañante de pesca lanzó apenas unos 20 m REPITO unos 20 m., y al lanzar pensé que se iba a desmontar todo aquello.
A los 30 minutos su caña se dobló como una "U" y cual mi sorpresa al ver que en su oxidado anzuelo, llevaba una DORADA que digo dorada una Bestia de dorada de unos 4 kgmos., la metió en una bolsa de plástico de unos grandes almacenes, me miró y me dijo" Buenas noches y buena pesca, por esta noche ya tengo suficiente" se dió media vuelta y se marchó.
Bueno, me quedé atónito.
Ahora me estoy preguntando, ¿Es buena suerte? ¿Será la distancia? ¿quizas sean sus cañas?...¿Que hice mal?
Jajajajjajajaa, me estoy descojonando aún de lo sucedido.
He llegado a la conclusión de que a quien le toca le toca y punto.
Un saludo y espero no haberles aburrido con este escrito.
El Drogueret.