Chapó, amigo Conchuo. Es cuestión de mentalidad y mentalización. Es duro predicar en el desierto.
Personalmente creo que de entrada, ni la picaera ni otros artilugios ilegales usados en menor escala y por algún aficionado, hace demasiado daño al mar. El problema es que entre un poco de uno y otro poco de otro, y otro mucho de otros, nos lo estamos cargando. Y nosotros los aficionados somos lo que más fácilmente lo tenemos para ser respetuosos con el medio ambiente y con la mar.
Un profesional dirá que es el pan de sus hijos y que si para que ellos coman, tienen que destruir pues destruyen, no lo comparto, pero lo entiendo. Pero nosotros los aficionados sí que podemos elegir, podemos usar artes menos dañinas, podemos llevar a puerto nuestras basuras y podemos hacer un sinfin de acciones, que si bien no solucionan nada al menos, tampoco lo empeoran.
Yo quiero pescar, pero también quiero que mis hijos y mis nietos (si algun día los tengo) también pesquen, que tengan la oportunidad de ver una puesta de sol, hartos de pasar calor, hartos de vivir la mar, con salitre hasta el sobaco y a ser posible que algún buen bicho en la espuerta, pero esto sólo será posible si somos muchos los que pensamos y actuamos como tu. Insisto, parte de la continuidad en nuestro deporte está en los aficionados, buenos aficionados, buenos amantes de la mar y del desarrollo sostenible. Si nos escudamos en que otros dañan mas, tenemos los días contados.
Un saludo.