Hasta que no se me han quitado los dolores de espalda y no me he sentido realmente seco no he contestado a tanto improperio, para dejar el sacro nombre del grupo humano, del que soy portavoz, en el lugar que le corresponde, y no, lo que la manada de malandrines, intenta adjudicarnos.
Salimos del puerto de Benalmadena con una buena mar, podiamos optar por buscar las doradas o con la pesca de fondo, y dado como se estaba poniendo la mar, decidimos probar las doradas, eso es un cara o cruz, si entran es fabuloso, si no entran es un fracaso. En el primer cangrejo pun carga la caña y el carrete empieza a chillar, ya esta aqui, dije, lo pare, le recupere, y dije aqui puede estar el premio, pero nada, habia corrio las piedras y la embocadura la habia dejado como unos zorros, y a media agua, se fue con un piercing, despues de eso lo intentamos siempre sin movernos del sitio hasta que comprobamos que tuvimos la oportunidad, y eso iba a ser todo.
A las 12,30, pensamos que aunque la mar estaba bastante tonta, no podiamos quedarnos impacibles ante lo que se nos venis encima, ya que sabiamos que el Singapore habia embarcado dos piezas, y tomamos rumbo hacia fuera, hasta buscar las 90 brazas, y dando bastantes saltos, decidimos que echariamos el ancla una sola vez, si caiamos en el sitio, triunfariamos, si no no volveriamos a intentarlo, y asi lo hicimos, y por supuesto dado el estado de la mar dificilmente ibamos a acertar, empezamos a sacar jureles gordos, pero nada de lo que buscabamos.
Tras capturar un puñado de jureles, que daban el peso, dijimos, vamos a ir a la Bajadilla, como esta la mar, para verle la jeta al Patromenchu, al Papaquique, o al Conchuo, y digimos los del equipo, lo que dijo el ilustre filosofo español Ortega y Gasset, "TARAVI QUE TE DI, LA BURRA MENEA EL RABO", y llegar a Benalmadena fue una contrariedad, para ir navegando con una open, ya que las rafagas de viento hacia que llegaramos a puerto empapados y tiritando.
Eso es lo que tiene haber nacido sobrao, que cuando no te cuadran las cosas siempre aparece una piara de mamelucos, para recordarte, lo que el esclavo le decia al comandante de los ejercitos romanos, que tras dejarlos a las puertas de Roma "Tenian prohibido entrar en la ciudad".el si entraba triunfante entre halagos de multitudes, le decia aquello de ,"Recuerda que eres mortal".
En definitiva felicidades para los participantes, para los ganadores, para el organizador, menos para el que se llevo el escudo de armas del Conde Dracula, que la mujer no lo dejara entrar por las puertas, diciendo algo asi como,"Adendevatuconezo, noloiraponeenerzalon,verdad,siquierellevateloarloca..