Hace como dos semanas me hospedé en un hotel durante un viaje de trabajo y
al sentirme un poco sola y con una sensación de libertad que nunca había
sentido, decidí llamar a una de esas "empresas de acompañantes", de esas que
reparten información a la salida de los aeropuertos en algunos lugares,
principalmente para hombres.
Sin embargo entre los papeles que tenía, encontré a uno que ofrecía
literalmente el servicio masculino y en especial me llamo la atención uno
que se llamaba "Ferótico". Después de analizar con cuidado la fotografía, me
decidí a llamarlo... que carajos... Con el brochure en mis manos, -que
temblaban y sudaban por la expectativa-, levanté el teléfono y
marqué el número que indicaba el panfleto.
EL: -"¡Hola!", contestó un hombre con una sensual voz.
YO: -"¡Hola!, veo que sabes de masajes y la verdad es que necesito que
vengas a mi habitación y me des uno urgente .... No, espera, en realidad lo
que quiero es ¡sexo! Tengo ganas de tener una larga sesión de sexo salvaje
pero ¡ya!
Estoy hablando en serio, deseo que dure toda la noche y estoy dispuesta a
participar en variadas y atípicas cosas..... si eso tiene un nombre que
puedas pronunciar ¡yo quiero hacerlo!
Trae toda clase de implementos, accesorios y juguetes para que te asegures
que me mantendré despierta ¡toooda la noche.....! Quiero que me inmovilices
y que me llenes el cuerpo con lo que quieras, para después limpiárnoslo uno
al otro... con la lengua o lo que tu quieras ¿qué te parece...?"
EL:
-"Pues la verdad suena fantástico..... pero señora, para hacer llamadas
externas primero necesita marcar el 0..."
Saludos y buena