Hola, interesantíssimo comentario y muy inteligente, como veo que nadie hace referencia a tu comentario, pregunta del millón ( energía libre, ¿ tal vez? ), pues yo misma te contestaré. ( NO), pero casi, ya que aún no sustituímos el petróleo en su totalidad.
Lo que ya está en el mercado, en red de distribución, en talleres instalados por profesionales, son los denominados GENERADORES DE HIDRÓGENO, sin necesidad de variación en el motor, cubriendo necesidades desde 50 cc hasta.... 31500 cc ( demostrable con fotos y más -- se trata de una marisquera de Gandía ), siendo sencilla su instalación, válidos para cualquier motor de explosión o combustión, ofreciendo GARANTÍA DE SATISFACCIÓN, eso , Jairom21, es lo que oirás hablar, si no has oído ya, referente al motor de agua.
Según mi criterio, ( consumidora de hidrógeno en mi coche ), es el futuro más inmediato a las energías alternativas, ya que el generador de hidrógeno no almacena, sino que genera a demanda, por lo tanto, no está el problema del almacenamiento.
Bueno, contenta por mi aportación, un saludo a todos....
Y aquí un poquito de información sobre perforación submarina.
Plataforma de Perforación Submarina
Pero la perforación de un pozo petrolero no es sólo una obra de ingeniería de alta precisión: es un trabajo de atención y tensión permanentes para los hombres que integran el equipo. Los costados del pozo pueden estar huecos y el líquido de inyección perderse por las cavidades; el trépano puede quedar aprisionado por sal. Para evitar estos riesgos periódicamente se retira la sarta de sondeo, y se instala en su lugar una cañería de entubación que sostendrá las paredes del pozo. Entre esta tubería y las paredes del pozo se introduce una lechada de cemento, que una vez fraguada sostendrá definitivamente todo el complejo. Por la cañería instalada pasa entonces la sarta de perforación, que seguirá operando con un diámetro más pequeño. A mayor profundidad, se introducirá un segundo tramo de entubación de diámetro inferior al primero y, probablemente, después también un tercero que pasará por el segundo. Así, cuando el pozo esté llegando a su profundidad final, el diámetro del trépano posiblemente no supere los 10 centímetros, aunque la perforación se haya iniciado con un diámetro de 50. Durante todo este proceso se realizan frecuentes cambios de trépano, maniobra que exige otra previa: el retiro de la barra de sondeo. El perforador debe además estar atento, para evitar que la herramienta quede aprisionada en el fondo del pozo o que la sarta se desvíe de la vertical, maniobrando permanentemente con la velocidad de rotación del trépano y el peso de la sarta de sondeo para lograr el correcto equilibrio de toda la operación.
Finalmente, todo el equipo de perforación que casi siempre opera a la intemperie sometido a las inclemencias del tiempo debe estar preparado para enfrentar, controlar y superar las consecuencias de un escape de gas, que puede resultar devastador para el equipo y para los hombres que trabajan con él. Aunque la industria petrolera ha desarrollado sofisticadas técnicas de seguridad para la prevención de este tipo de accidentes, ninguna resulta de utilidad cuando las personas a su cargo, por distracción u olvido, dejan de prestarles atención. Y en el pozo, que es una de las obras de ingeniería de más difícil ejecución en la Tierra, casi siempre sobran los motivos de distracción.
Finalmente, terminado el programa de perforación, es probable que no se encuentre petróleo ni gas natural, o que el volumen de hidrocarburos comprobado no justifique el desarrollo comercial del pozo. Todo el dinero y los esfuerzos invertidos por la empresa habrán sido inútiles y las perforadoras volverán a intentar en otra locación