Bueno, cuento la última porque creo que merece ser contado. El otro día fui con mi hermano a echar el día de pesca, creo que prácticamente va a ser el último hasta junio por tema de trabajo y exámenes, y debía aprovecharme bien jejej.
Total, que a las 8:30 de la mañana estábamos ya en el agua con un frío que pelaba, los pies un poco mojados, los huevecillos encogiítos y las manos agarrotaítas, que el simple hecho de ensartar una coreana se hacía una misión imposible.
Bueno, el día de pesca transcurrió normal, un robalillo por aquí un robalillo por allá y ya eran las 4 30 de la tarde y mi hermano me dijo de irnos que tenía guitarra a las 6 30. Le dije bueeeeno, venga nos vamos, pero antes vamos a probar en una piedra que me da buenas sensaciones.
Total que lanzamos las cañas y veo a unos 500 mts de la orilla unas gaviotas picando en el agua, recogemos y nos tiramos lanzaos pallá. Echamos las sardinas y a esperar, una pasada y nada, mi hermano que se quiere ir, venga la última, las lanzamos de nuevo y a esperar. De repente la caña del medio se dobla, la cojo,un robalo, parece bueno, tendrá unos 5 ó 6 kg, pega una carrera, si que es bueno. Pega otra carrera esta vez mucho más grande, fuuuu, juan cristóbal, esto no es un robalo, esto es una corvina, parece buena, ve recogiendo todas las cañas y arranchame el barco para que pueda moverme bien.
Los primeros compases de la lucha fueron decisivos, tengo una norma, si en los primeros 10 minutos no se ha ido jálale que esa ya no se va, y así hice, yo jalandole para arriba, pero ella sacaba más, estaría a unos 60 mts del barco más o menos, pero yo firme y a los 20 minutos ya noté que empezó a ceder, se venía hacia mí, lo iba consiguiendo. De vez en cuando pegaba otra carrera y vuelta a empezar, a bombear de nuevo y si notaba que ella quería jalar de nuevo, pues dejaba de recoger.
A los 45 minutos más o menos estaba debajo de la barca, ya solo quedaba hacerla subir, la impaciencia por verla era mucha, en condiciones normales debería verse, ya que tan solo había 6 metros de profundidad, pero el agua turbia turbia no dejaba ver mas de un metro de visibilidad. Entonces me la fui trayendo hacia arriba y otra carrera más, pera en esta carrera solo me sacó un par de metros, ya está, está reventá, es nuestra, le dije a mi hermano. Empecé a subir y a subir y a un par de metros empezó a contemplarse la silueta plateada... Diosssssssssssssssssss, que corvinaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, esplendorosa yacía sobre la superficie prácticamente inmóvil, sin mover una aleta, reventada, agotada.
La fui a embicherar y.... nooo, la potera la traía en la agalla, venía robada, no podía arriesgarme a rozar el 0'35 en tensión con el bichero, además no abría la boca ni pa qué, así que intenté clavarla por el lomo pero lo único que conseguí fue hacer que rebotara el bichero y traer una escama clavada en la punta jajaja. La única solución que quedaba era cogerla con la mano y así hice, le metí la mano cuidadosamente en la agalla para no pincharme la potera, y con ayuda de mi hermano la izamos a bordo.
Ueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeh, gritamos, nos fundimos en un abrazo, ueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeh, que corvinaaaaaaaaaaaa, que gordaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, parece un barril, espectacular, increíble, la más grande que he cogido en mi vida. Cogimos y con las mismas nos fuimos a la orilla aun teniendo cebo y siendo casi las 5 30 de la tarde. Estábamos contentos y pusimos punto y final a la pesca.
Una vez en el pueblo la pesamos en una báscula de pesas, que pasada, enorme, no puede ser, para comprobar me peso yo, 72 kg, está bien, el peso funciona perfectamente, los 37 kg que marca la corvina son reales, 37 kilos, casi 40, 1'60 mts de largo, en 6 mts de agua y con una línea del 0'35, con una potera mustad del numero 2, como es que no se abrió?? y encima venía robada por la agalla, jejejeje, que bueno.
Mi hermano inmortalizó la pelea en video.
Algunas fotos