Lo verdaderamente indefendible es que las corridas de toros en España no sean una parte esencial de nuestra cultura e identidad. Desde el siglo XII hasta hoy la FIESTA NACIONAL ha sido atacada por los elementos más siniestros de nuestra historia. Lo que no saben los que quieren adherirse a esta lista de personajes que levantaron su voz en contra de nuestra FIESTA NACIONAL es que ellos no pasarán a la historia por la campaña de exorcismo de nuestros símbolos ni por ningún otro menester.
Es bastante patético observar como estos personajillos de cartón piedra se exhiben, de vez en cuando, pretendiendo paradójicamente imitar al mejor de los toreros. Su única intención es “hacer una buena faena” pero no en la plaza y frente a un toro bravo, sino fuera de ella, y ante un respetable al que se pueda manipular.
¡No hijos míos no, “nanai de la China”!
Espero que el sabio pueblo catalán ponga en su sitio a quienes ansían y fomentan el enfrentamiento de sus gentes con el resto de los habitantes de este país llamado ESPAÑA. En lo que a mi respecta, cuando desde mi tierra alguien vocifera de forma orgullosa y torpe su anticatalanismo, indicando por ejemplo que jamás permitirá que sus hijos aprendan catalán, yo siempre me pronuncio del mismo modo, que flaco favor les hará porque no solo catalán, sino gallego, valenciano, euskera ó chino deberían aprender si pudieran porque a la cultura no hay que cerrarles las puertas. Es bastante triste. En fin, paletos e ignorantes los hay en todos sitios, y desde luego por estas latitudes también los hay de sobra.
Prohibir las corridas de toros en Cataluña es un disparate mayúsculo y todos lo vamos a padecer, si no al tiempo. A los catalanes les van a tocar el bolsillo a base de bien, la bromita como siempre la pagará el pueblo. Sin olvidar que el ataque continuo hacia las identidades de cada parte de España las vamos a sufrir todos. Pero esto les importa un bledo, por no decir otra cosa.
El noble arte de la tauromaquia quieran ó no está presente en todo el territorio español incluido Cataluña, pero una vez más hacen oídos sordos y se niegan a aceptar la fascinación que sienten muchos de sus ciudadanos sobre el fenómeno taurino. ¿No entienden el por qué? Es bastante fácil, que lean un poquito y se informen de nuestra historia antes de liarla. Y no sólo es historia de España sino también de Cataluña, a ver si se enteran.
Hay personas que valoran muchísimo las tradiciones porque son parte importantes en sus vidas y prescindir de cualquiera de estas desde luego no les hará muy felices. Las tradiciones unen a los pueblos, los consolidan, les dan significado y los autentifican solidificando su identidad, por eso su única intención es la de separar, dividir y romper estos lazos para su propio beneficio. Lamentable. Aunque espero que la gran parte del pueblo catalán, hermanos nuestros, así lo entiendan y cojan su engaño les hagan un lazo al bies, envuelvan la muleta y se la metan por el trasero si les cabe, metafóricamente hablando quiero decir.
¿Cómo va a entender esta gente que el torero de bien ama el toro, aunque después tenga que matarlo?
La dualidad vida-muerte ó amor-odio tampoco lo entenderán, seguro. Por eso, la relación de los toreros con el amor y la muerte al mismo tiempo les extraña tanto. A quienes no entienden esto les preguntaría: ¿Estaría Vd. dispuesto a morir por una mujer ó por un hombre por amor? Seguramente no entenderían ni la pregunta, por eso casi mejor no intentarlo siquiera.
Por otro lado, ¿qué decir de los antitaurinos que protestan clavándose banderillas de goma? Pues que me divierte contemplar a los que bien entrando en carnes, lo hacen en sus celulíticos cuerpos. Y además sin tener que pagar una entrada. ¿Y de los que van a la plaza para saltar al ruedo y sacar una pancarta de vez en cuando? Pues que creo deben tener algún desorden psicológico y sexual al mismo tiempo porque, al igual que los masoquistas, tienen algún complejo de culpabilidad mal curado. Sinceramente, creo que están como un cencerro. Y lo digo porque deben tener alguna patología mental cuando gritan todos al unísono:
“Asesinos, maltratadores de animales…, etc. etc.”
No puedo por tanto tomarlos muy en serio.
En resumen, el máximo interés es eliminar “lo español” de su región, no el hecho de acabar con la tortura y muerte del toro bravo.
P.D.: ¡VIVA EL PUEBLO CATALAN!, lo dice este humilde malagueño.