Los últimos años, cuando llegan estas fechas de retomar la pesca a surfcasting típica en playa, en busca de la dorada principalmente, me da un bajón de ganas de salir a pescar impresionante. Este año, para culminar el desánimo, encima salir a pescar cuesta más caro.
Para empezar todo está lleno de redes para la jibia. En algunos de mis pesqueros, de lunes a domingo, ahí las tienes. Y con redes delante, morralla aparte, no hay nada que hacer. Da lástima gastarse una pasta en buenas americanas, llobarrero, catalana y titas para que se los coma la morralla. Eso cuando la hay. Y como no espero milagros en la vida, prefiero no ensuciar todo el equipo para nada.
No sé si ya han entrado los horarios de pesca de verano o están a punto de entrar. En las playas de algunos municipios, ya sólo puedes pescar, en los mejores casos, de 21:00 a 09:00 de la mañana. Si vas de día, aunque no haya bañistas, eres poco menos que un delincuente. Dependes de la benevolencia del resto de la sociedad, porque tú no tienes derecho, ni aún estando la playa vacía. Y de noche te pones a pescar y a las 2 horas de estar pescando, te pasa el tractor nivelando la orilla con unos pedazo de focos que se ven desde Almería hasta Italia. También te sientes que estás estorbando, que tú material peligra y que los peces deben haberse ido para Grecia como cerca.
Si, soy muy radical en el planteamiento de estas cuestiones, y soy muy consciente de ello. Pero es que nuestra realidad es esa y no otra. Yo quiero tener derecho a practicar mi afición, y no que me den una "limosna". El surfcasting ha alcanzado tal deterioro y tal decadencia, que si en una playa de 2 km de largo, estáis tu pescando y un par de bañistas, que no te miren con buenos ojos, ya estás estorbando. Si se deciden poner a tu lado, aunque esté toda la playa libre, tu obligación es recoger e irte más para allá. Si al bañista le molesta que se vean cañas en la playa, o a alguien le molesta tu linterna de noche, y da aviso a las autoridades, éstas vendrán y te invitarán a recoger y a irte. Conozco muchos casos, y aunque no te hayan pasado a ti, ya te llegará el día en el que no darás crédito a la situación del todo surrealista que se te ha dado.
A mí me gusta que la pesca y la tranquilidad vayan de la mano. Y en los últimos años se me han dado ciertas situaciones donde lo segundo ha sido puesto a prueba. Al final acabaré saliendo a pescar pese a todo, porque me gusta. Pero ya no es tan seguro que me relaje, puesto que a ojos de la sociedad el pescador de playa estorba y no tiene derecho nada más que a no existir. Hay cosas que podrían y deberían hacerse, pero al final, como en todo, entre el politiqueo, el egocentrismo y la intolerancia, nada se acaba solucionando de la manera que podría hacerse. Así somos como sociedad ...
Saludos.