Desde los 15 años viendo a los robaleros pulular por los muelles, me aficioné a la pesca de los robalos, los robaleros me veian como a un niño que era y me aceptaron como a un tío pesado que siempre aparecía y yo comprobé que haciendo lo que ellos hacían no me faltaría dinero en los bolsillos porque en aquel entonces el kilo de lubina lo pagaban a 125 pesetas un dineral para la época. Yo fuy absorviendo información de todo lo que hacían y poco tiempo después ya me había convertido en "el niño de la potra", llegó el momento en que ya me movía con mi binomio de forma autodidacta, poco a poco fuí destacando pero siempre con el sigilo que requiere una pesca cuyo fin era ganar dinero y me convertí en un tío a perseguir para observar donde iba, que hacía, como lo hacía, etc. El equipo del robalero estaba constituido por una caña de unos 7 metros de longitud en dos partes, el zanco de cañavera o caña común, con una ligada de cuerda y con varias manos de pintura, donde entraba la espiga de unos 4 metros de caña de bambú macho, cortada cuando la luna estaba menguando en enero o en agosto y dejada secar y enderezada en los rescoldos de una lumbre, además un par de espiguitas de un par de metros, para coger los vivos en los cantiles, un buen salabar, para salvar los valiosos pescados, un par de camaroneras, y un vivero de los verdes antiguos que venían con aceitunas. Los vivos los cogíamos la tarde antes y dejábamos el vivero fondeado para que con las primeras luces los vivos ya estuvieran en el agua. La caña era de mano y llevaba una braza de hilo de mayor longitud que la caña un corcho hecho de tapón de garrafa y un anzuelo del nº 10. Pescábamos cerca de los cantiles y mas alejado cuando había traqueo. Una gozada ver la lubina salirle al vivo y ver el corcho hundirse. Los robaleros debíamos ser un binómio osea 2 tíos, uno clava el pescao y el otro mete el salabar. Con el tiempo fui evolucionando y ya empecé a usar una caña de mano telescópica reforzada de 5 metros, que aún poseo con un portacarretes y anillas, que me permitía mas radio de acción y el uso de hilo algo mas fino.
Ya que no podemos salir y no hay partes de guerra, voy a contar algunas de mis vivencias.