Pabernos matao...
Hola a todos.
Hace dos domingos tenía un monazo impresionante de pesca, pero se me hizo tarde y cuando llegué a los pesqueros que tenía como opciones, me los encontré todos ocupados ya por otros pescadores. Así que me tocó volver, y ya de paso, ponerme a trabajar. Pero este pasado sábado tuve una típica comida navideña, y la noche se alargó de fiesta hasta más allá de las 06:15. El caso es que fuese por lo que fuese no tenía ganas de irme a dormir, a pesar de haber estado todo el día trabajando y dándolo todo de fiesta. La mañana está super apacible y la previsión para todo el día da calma chicha. Así que me digo: si el cuerpo ha aguantado hasta aquí que aguante unas horas más buscando dentones.
Preparo el escaso equipo necesario y apropiado para acceder al pesquero sin despeñarme, y salgo de noche para evitar que me ocurra lo del domingo anterior. Pero esta vez soy el más madrugador, o el que se recogió antes de estar de fiesta, y puedo irme a mi pesquero favorito de dentones. La mañana es perfecta, calma chicha como he dicho antes, no hace frío, y el agua se aprecia paradísima y super clara. Y empiezo a sentir esa emoción que todo pescador siente cuando tiene la suerte de dar con un buen día, que el trabajo nos suele negar.
No obstante, me tomo mi tiempo. Sé que si tengo la suerte de tener una picada será sobre media mañana. Así que monto la pareja de cañas con calma y las pongo a pescar poco antes de las 9 de la mañana. De cebo, buenos trozos de pata de pulpo semipelada, quitando la piel excepto en las ventosas, que también dejo. Dos anzuelos 4/0 de ojal en cada cebo y gameta de 0,62. Plomo corrido de 120 gramos y línea madre del carrete de 0,40. A ver como alcanzo unos 70-80 metros con todo este tinglado, y peso, sin romper la línea madre... Pero con más maña que fuerza y aprovechando la acción de la caña consigo poner los cebos ahí. En una caña me cuesta lanzar dos veces para conseguirlo.
Calma total, se respira una paz absoluta. Estoy completamente solo y alejado del mundo. Lo necesitaba.
Sobre las diez de la mañana empiezo a sentir que va a empezar la acción, y no me equivoco. Tengo unas buenas picadas en una de las cañas, que aunque sé que no son de dentón, pueden ser de otro buen pez. Pero, recojo la caña y no viene nada. La vuelvo a lanzar y a los 5 minutos, se repiten las picadas otra vez en la misma y la recojo. Siento mucho peso pero no noto cabezazos... Cuando se acerca me doy cuenta de que se trata de una morenaza como la propia Pilar Rubio, pedazo culebra de 3 kilos por lo menos. Al agua... Creo que volví a sacar la misma pedazo de morena otras dos veces más. Supongo que o le gustaba el pulpo o es que me vio guapo... :047:
Sobre las 10:30 tengo el presentimiento de que se ha instalado la calma que precede a la tempestad. Así que decido quedarme cerca de las cañas porque si ha de producirse una picada, no tardará mucho. A los diez minutos de esto se produce el momento mágico; algo se quiere llevar la caña mar adentro!! Cojo la caña que se encuentra dobladísima y sacando hilo con dificultad y que ha pasado de estar en un ángulo de 80º a uno de 30º. Con mucho esfuerzo, consigo liberar la caña del pincho y empieza el combate. Llevo hilo de carrete de estreno, podré forzar a tope para hacerlo subir. Pero no quiere... se aferra a la roca y no quiere darse la vuelta y sigue sacando hilo sin piedad. Hasta que flaquea y llega mi momento, y lo aprovecho, y consigo ir subiéndolo unos pocos metros. Pero recupera las fuerzas y se vuelve a ir para abajo, consigo darle la vuelta y subirlo otros pocos metros más. Pero vuelve a irse y se vuelve a aferrar a la piedra. Qué pelea!! Al final consigo sacarlo a superficie y la librea es morada. Es dentón!! No llevo salabre y hay un buen trecho de rocas con medio metro de agua que hay que salvar, y después me tocará hacerlo deslizar por la roca, si consigo acercarlo... Porque una vez en superficie el señor dentón dice que quiere ser dorada y empieza a dar cabezazos y a sacar hilo. Sin embargo, consigo salvar las piedras y una vez cerca veo que viene muy bien clavado. Menos mal porque sacarlo del agua sin salabre, con la potencia que tienen, es siempre complicado. Así que aquí está el rey de la roca (para mi...)
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Ya han caído varios dentones, aunque éste es el segundo que me llevo a casa. Necesitaba esta pelea y esta pieza, tener esa paz durante unas horas, y he de dar gracias por vivir esos momentos y haber estado toda la semana con las pilas recargadas, que falta me hacía anímicamente. Después de cobrar esta pieza y de hacer algunas fotos y un vídeo como recuerdo, decido pescar sólo con la otra caña, ya que estoy muy cansado y hay que mirar por el mar. Si hubiese sacado otro, habría ido al agua de nuevo sin ni siquiera tocarlo, como suele ocurrir con la gran parte de mis capturas. Antes de que transcurriera una hora ya estaba de vuelta a casa. Tuve que meter el bichito doblado en la nevera, y como podía hacer fuerza, saltó la tapa unas 7/8 veces. Un animal muy potente y bello, que siempre te duele un poco sacrificar aunque será bien aprovechado. :003:
A ver si vuelven los temporales de viento, y volvemos a la pesca de la corvina, que es una especie que se me resiste. Pero insistiendo, espero que haya suerte algún día. De momento, aparcaremos la pesca del dentón hasta abril/mayo.
Espero que os haya gustado el relato, aunque sea demasiado largo. Pero a mi me gustán así, con información de la técnica de pesca, y con las sensaciones y emoción que debe sentir todo pescador que ame la pesca y el mar.
Un saludo.