Desde tiempos arcaicos hay alusiones sobre las sirenas.
Seres de extrema belleza embriagadora que seducen y cautivan a los marineros más avezados desde épocas inmemoriales con su suave y atrayente cántico.
Aunque en la iconografía actual las sirenas se representan de manera general como de inmensa belleza, es de tener en cuenta que en la tradición clásica su único hechizo radicase en su voz, y que su visión fuese algo menos que monstruosa.
Si bien es un tema que sigue siendo objeto de discusión entre los entendidos, parece compresible que, en un principio, los griegos hubieran visto a las sirenas como las gestoras de transportar las almas de los muertos al Hades (función que posteriormente acabaría asumiendo el dios Hermes en su papel de psicompo).
Las sirenas han sido retratadas en múltiples ocasiones a lo largo de la historia literaria, notables son sus reseñas en leyendas como Jasón y los argonautas, en la Odisea, las mil y una noches y otros muchos relatos contemporáneos.
Entre los grandes analistas del siglo pasado que fueron " encantados " por estos místicos seres, esta entre otros el estudioso médico y padre del psicoanálisis Sigmund Freud
Acabo este pasaje a la leyenda de las sirenas con unos de los bellos relatos que circulan en Internet y que da pie al comienzo de esta leyenda...
LAS OCEANIDAS Y NEREIDAS - Leyenda Marina
La divinidad del Océano y su hermana Tetis tuvieron trescientas hijas, las Oceánidas, que despues se repartieron por todos los rincones de los océanos marinos. Una de ellas, Dóride, fué madre de cincuenta ninfas de agua, las Nereidas, nombradas en honor a su padre Nereo, de la raza de los Viejos del Mar, engendrada asimismo por Océano y Tetis.
Las Nereidas viven en el Mar Mediterráneo, y todas y cada una simboliza una de las apariencias de este mar. Arquetipos conocidos son, Talía es la sirena verde, y Glaucea, la azul. Dinamenea simboliza el vaivén de las olas, y Cimodaré, la calma. Una de las Nereidas, Anfitrite, fue amante de Poseidón y madre de los Tritones. Las Nereidas protegían a los barcos, y no cantaban para atraer a los marinos, sino para satisfacer a su padre. Los de antaño describieron a las Nereidas con el cuerpo cubierto de escamas y formas de pez. A partir de aquí, el mito de la Sirena se fue expandiendo por todo el globo como las nubes en cielo azul y puro...
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