Seguimos con el finder....

Entrada publicada por Fran_Delta Junio 15 , 2011

857 visitas

Hay jornadas, días, horas o momentos en los que los peces (por razones que no tengo muy claras) no quieren comer arriba, momentos, horas o jornadas que no haces más que levantar peces que parecen venir muy decididos tras la muestra pero que finalmente no acaban haciendo el más mínimo gesto por atacar y cuando llegan a nosotros "nos calvean" y se largan.

El patrón de esos días suele ser similar, vienen varios alternando posiciones como si de una carrera se tratase, parece que compiten por el alimento pero no, también suelen verse casi en "fila india", o en ristra morcillera como diría un buen amigo, guardando la distancia a un metro del señuelo, haciendo el trenecito, o como lo queráis llamar el caso es que no hay manera de hacerse con ellos por mucho juego que intentemos darles. Si atacan (aunque sea levemente) es todo un logro. Algo típico en ciertas especies.

A cualquier spinner gusta ver peces tras las muestras, y eso ya le da vida, pero es en esos momentos cuando se nos colapsan los sentidos al no ser capaces de encontrar la manera de engañarlos, es todo un desafío en esos días tontos en los que no siempre se gana. O si ?

Si se consigue, son peces trabajados que llenan y satisfacen mucho más por la dificultad de la captura.

En jornadas de índole similar es cuando entra en juego mi amigo finder -al que últimamente estoy substituyendo por mis superficiales - que tan buenos momentos me han dado.

Este señuelo que no había probado antes, me ha demostrado en TAN SOLO tres jornadas que es un auténtico campeón. Recordaréis aquella pieza el día de su debut y más después de las condiciones (tres barridas en la misma zona, tres tíos lanzando de todo…) pues sigue sumando a su palmarés (por mi parte claro) varias anjovas en condiciones muy complicadas como las que describía al principio en situación de trenecito, ristra, indio,...

Por cierto, en el “parón alimenticio” de ese día incluso me rechazaron vinilos. Todo cambió cuando puse el finder que lo dejé en último lugar.

La confianza de los señuelos va en proporción a los resultados obtenidos, y en este caso el finder-resultado ha sido más que desproporcionado. En tres jornadas de menos de 10 horas aparte de la lubina de 70 cm, también nos ha dado jureles, palometas blancas, bisus, anjovas y bonitos. Hay algún amiguete que lo ha probado y ya lo anda buscando, algo le habrá visto

Por cierto, las ancoretas que trae de serie han sido testadas con anjovas de hasta 65 cm y sin ningún problema, lógicamente sin apretar en exceso. En casa también las he probado y hasta doblarlas hay que hacer bastante fuerza. Aún así para estar más tranquilo y como en todos los señuelos, las he cambiado. He suprimido la ancoreta central para compensar un poco el peso de las nuevas ancoretas y que no pierda ese movimiento que lo hace tan peculiar.

Lo podemos mover de todas las maneras que nos imaginemos, lentamente, muy lentamente, alternando la velocidad, rápido, muy rápido a toda castaña....y tranquilos que con el babero que tiene no dejará de coger agua por lo tanto no se levantará. Para la lubina recogidas tranquilas y pausadas, para túnidos velocidades elevadas igual que para anjovas y palometones. Según vaya probando ya os iré explicando, ahora mismo para

mí, el mejor movimiento con el que podemos dar vida a este señuelo -bajo mi corta experiencia con él- es en recogidas a tirones con la caña abajo efectuando parones de 2-3 segundos entre tirón y tirón, pienso que su potencial lo tiene en la parada, que lo hace irresistible al depredador.