El verano pasado tuve el afortunado privilegio de conocer al mejor pescador de caña que ha existido, en opinión de muchos lugareños de Barbate y Conil: Juan “El Brujo”.
Se trataba de un anciano de unos noventa años, que nunca había salido de su pueblo.
Sentí mucha curiosidad por este magnífico personaje, casi de leyenda, no sólo por tener mi mismo apodo, sino porque había oído fantásticas historias y anécdotas sobre él. Lo que nunca me imaginaría es que un día llegaría a conocerlo en persona y